viernes, 11 de enero de 2013

Alfonso XI y el Ordenamiento de las Cortes de Alcalá de Henares de 1348



Alfonso XI, Rey de Castilla y León
La asunción al trono real de Alfonso XI puso fin a la anarquía que gobernaba en aquellos tiempos en Castilla. Entre sus movimientos políticos reanudó una ofensiva contra los musulmanes fortaleciendo el poder regio. Sin embargo la presencia de la Peste Negra al final de su reinado llegó hasta el mismísimo rey.  Aún así, lo que nos interesa saber es cuál fue su legado. Éste corresponde principalmente al poder regio.  

Alfonso XI instituyó el regimiento en el gobierno de los municipios donde posteriormente creó el de Burgos en 1345, integrado por 16 hombres junto con alcaldes, escribanos y merinos. Los motivos que llevaron al rey a tomar esta medida fue ordenar la vida de la ciudad de Burgos evitando las discordias del concejo. A su vez se crearon regimientos en León y también en Segovia hacia 1346. Cada uno de estos concejos se integraba por regidores, nombrados por el rey, propuestos por las propias ciudades y de carácter vitalicio. El objetivo era conducir al monopolio del gobierno local por sus respectivas elites. Sin embargo, era necesaria la intervención directa del rey en la constitución de los regimientos puesto que consolidaba el poder regio notablemente.

Sin embargo, el triunfo de los derechos señoriales y municipales conjuntamente con la primacía política y jurídica de los reyes de Castilla no se afianzó hasta los años venideros. Los derechos municipales eran insuficientes lo que obligaba a sus integrantes a consultar con frecuencia al monarca cualquier asunto para lo que éste resolvía mediante propuestas afines al Derecho Común. Esta situación fue aclarándose tras la aprobación, en las Cortes celebradas en la localidad de Alcalá de Henares en 1348, de un Ordenamiento donde se sancionaba de manera tajante el Derecho General por sobre los ordenamientos municipales. Esta medida de justificaba tras la necesidad de agilizar la administración de la justicia en Castilla. Sin embargo, se iba un poco mas lejos porque se trataba de aplicar disposiciones de tipo romanista. Tras esta medida se establecía la primacía del derecho de la corona sobre cualquier otro carácter territorial y la antigua normativa de los reinos de Castilla y León se unificaron bajo el Ordenamiento de Alcalá al mismo tiempo que se potenciaba la potestad regia.

El Ordenamiento de Alcalá de Henares consta de 131 leyes promulgadas y consideradas como una parte importante del corpus legislativo de la Corona de Castilla en tiempos de la Baja Edad Media. Esta obra significó un éxito para los letrados de orientación romanista quienes representaban el interés del rey por aumentar su poderío monárquico ¿Será esto un atisbo de absolutismo monárquico?




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