domingo, 9 de junio de 2013

Europa retrocede a la Edad Media: Las jóvenes suecas utilizan ya cinturones de castidad para evitar ser violadas por los inmigrantes


La cifra de denuncias de violación en Suecia se ha triplicado desde 1992. Los casos de violación que implican a niños de edad inferior a los 15 años son hasta seis veces más frecuentes hoy de lo que lo eran hace una generación.
El Consejo de Prevención del Crimen señala en un informe que por cada cuatro delitos sexuales, tres son cometidos por personas nacidas en otro país, en su mayoría argelinos, marroquíes, tunecinos y libios. Según las estadísticas de 2011, más de la mitad de los violadores proceden de alguno de esos cuatro países.
La estadística podría extrapolarse a otros países escandinavos. En Oslo, Noruega, en dos de cada tres denuncias de violación en el 2011 habían inmigrantes involucrados. Las cifras de Dinamarca eran las mismas, e incluso superiores en la ciudad de Copenhague, con tres de cada cuatro denuncias de violación. Suecia cuenta con la mayor población inmigrante de todo el norte de Europa fruto de las políticas impulsadas a partir de los años 70.
Se da la circunstancia de que el número de violaciones en los países escandinavos sen ha recrudecido a partir de la segunda generación de inmigrantes. La abogada Ann Christine Hjelm, que ha investigado los crímenes violentos en el tribunal superior de Svea, concluye que el 85% de los violadores procesados en 2010 habían nacido en suelo exterior o eran de padres extranjeros.
Para conjurar esta creciente amenaza, un grupo de adolescentes suecas ha diseñado un cinturón similar a los de castidad, con el que esperan disuadir a los violadores. “Es como un cinturón de castidad pero al revés”, declaraba a AFP Nadja Björk, una de las creadoras, de 19 años de edad, refiriéndose a que la que lo lleva es la que tiene el control, en lugar de ser controlada.
Jóvenes suecos en un parque de Estocolmo
Björk y una de sus socias planean abrir ahora un negocio de producción masiva de los cinturones, y se encuentran actualmente en negociaciones con algunos inversores. El tristemente célebre cinturón de castidad se trata una especie de braga de hierro, cerrable con llave, que supuestamente se obligaba a usar a algunas mujeres en la Edad Media para evitar las infidelidades o deslices sexuales.
También hay informes de jóvenes suecas que han sido atacadas con navajas dentro de algunas discotecas. “Los musulmanes nos consideran putas”, denuncia Lena Lindström, una joven de 21 natural de Malmö que estudia en Estocolmo, la capital del país.
Un tunecino estña siendo juzgado estos días por presuntamente atacar con cuchillos a ocho jóvenes en varios locales de ocio. También está acusado de violar a una joven en una fiesta privada, y de hostigar sexualmente a otra en su apartamento. Varios testigos afirman que el joven de 21 años habría dicho que cometió sus actos llevado por su odio a las mujeres suecas.
Algunos inmigrantes musulmanes admiten su tendencia de manera bastante abierta. Un muftí islámico de Copenhague provocó un gran escándalo nacional después de declarar públicamente que las mujeres que rechazan llevar velos “están pidiendo que las violen”. Al parecer, él no es el único que piensa de esta manera. El argelino Hamid Kandousi fue procesado en 2009 por escribir en un blog lo siguiente: “Violar a una joven sueca no está tan mal como violar a una joven árabe. La joven sueca recibe un montón de ayuda después, y probablemente haya sido follada con anterioridad de todos modos. Pero la joven árabe se mete en problemas con su familia. Para ella, ser violada es fuente de vergüenza. Es importante que ella conserve su virginidad hasta que se case. Tener una puta sueca es demasiado fácil… chica, quiero decir… Muchos chicos inmigrantes tienen novias suecas cuando son adolescentes. Pero para casarse, tienen una mujer apropiada de su propia cultura, que nunca ha estado con un chico. Eso es lo que voy a hacer. No respeto en absoluto a las suecas. Supongo que se puede decir que son folladas hasta dar de sí”.
La cifra de violaciones cometidas por inmigrantes musulmanes en las naciones occidentales es tan extraordinariamente elevada que es imposible contemplarlas como actos arbitrarios de particulares. Comparativamente, los inmigrantes musulmanes han cometido más violaciones en los últimos diez años que todas las registradas en la segunda guerra mundial.
Algunos expertos recuerdan que el propio Mahoma practicó el sexo por la fuerza con distintas esclavas / concubinas suyas. Esto está perfectamente permitido tanto en la Sunna como en el Corán. Si se postula que una parte de los musulmanes de Europa se ven a sí mismos como un ejército de conquista, y que las mujeres europeas son simplemente un botín de guerra, todo casa perfectamente y está en total concordancia con la ley islámica.
Las mujeres occidentales no son clasificadas del todo por parte de los musulmanes como individuos, sino como “sus mujeres”, las mujeres “que pertenecen” a infieles hostiles.
Son parte del botín, a cobrarse, igual que caerá la tierra de los infieles algún día, se sostiene, en manos musulmanas. Esto no es un simple crimen, sino un crimen justificado ideológicamente, o en su lugar, a los ojos musulmanes, los ataques contra infieles apenas se califican como crimen:
“Las mujeres occidentales son fáciles y ofensivas. Nosotros, los musulmanes, estamos aquí, para quedarnos, y tenemos derecho a aprovechar esta situación. Es nuestra opinión del tema la que debe prevalecer. Los bienes occidentales, al igual que la tierra sobre la que vivimos ahora, pertenecen a Alá y a los mejores hombres — sus Fieles. Las mujeres occidentales, esencialmente, también nos pertenecen — nuestro futuro botín”, señaló Kandousi en el mismo blog.

Fuente: Alerta Digital

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